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¿Qué tareas incluye la gestión de la producción limpia?
Las aguas residuales y los contaminantes que contienen son productos del proceso productivo. Por lo tanto, la reforma del proceso de producción y la implementación de prácticas de producción limpia son medidas fundamentales para eliminar o reducir los riesgos que representan las aguas residuales. Mediante la reforma de los procesos y equipos, se pueden eliminar las aguas residuales del proceso productivo, lo que no solo mejora la tasa de utilización de materias primas y auxiliares, sino que también reduce el costo del tratamiento de aguas residuales. Este trabajo debe realizarse en colaboración entre los ingenieros de procesos de producción y los ingenieros ambientales. Es importante reconocer que la protección del medio ambiente no es solo responsabilidad de los ingenieros ambientales, sino que también requiere el control de la fuente de contaminación para una gestión eficaz de las aguas residuales. Por consiguiente, al diseñar procesos y realizar pruebas de producción, es necesario considerar los posibles problemas de contaminación ambiental en el futuro. Al elegir una ruta de síntesis, se debe procurar utilizar procesos de producción con menor o ninguna contaminación, optar por la ruta con la mayor tasa de utilización de materias primas, evitar o minimizar el uso de sustancias biodegradables o tóxicas y nocivas en el proceso de producción, incluyendo materias primas, auxiliares y disolventes, y fortalecer la recuperación y el aprovechamiento integral de disolventes y subproductos. Los métodos específicos son, a grandes rasgos, los siguientes:
(1) Adopción de nuevos procesos, tecnologías y rutas. En primer lugar, se puede verificar la proporción de ingredientes en el proceso de producción. Se deben reducir las materias primas con alto contenido de contaminantes y que excedan la proporción teórica para aumentar la tasa de utilización de las materias primas y la tratabilidad de las aguas residuales. En la producción química, a veces se adoptan nuevas rutas, lo que no solo mejora los niveles de producción, sino que también resuelve los problemas de tratamiento de aguas residuales. Por ejemplo, antes, la materia prima del fármaco antituberculoso ácido isonicotínico debía prepararse mediante oxidación electrolítica utilizando ácido sulfúrico como electrolito. La cantidad de aguas residuales ácidas generadas en el proceso era grande y difícil de tratar. Ahora, se utiliza la nueva tecnología de oxidación catalítica con aire para llevar a cabo la reacción en un lecho fluidizado. La cantidad de aguas residuales también es menor y el problema de la contaminación es más fácil de resolver.
(2) Sustitución de materias primas y auxiliares. Este es un método común, como la sustitución de materias primas altamente tóxicas o extremadamente tóxicas por materias primas no tóxicas o de baja toxicidad, y la sustitución de sustancias biodegradables por otras biodegradables. Además, es necesario evitar o utilizar menos sustancias restringidas especificadas en las normas de emisión, especialmente aquellas con requisitos estrictos, para reducir la carga del tratamiento de aguas residuales. Por ejemplo, actualmente existen requisitos más estrictos para la concentración de nitrógeno amoniacal en las aguas residuales, lo que exige el uso de la menor cantidad posible de agua amoniacal o amoníaco líquido en la producción. Anteriormente, al ajustar el pH de las aguas residuales, algunos procesos de tratamiento utilizaban agua amoniacal, lo que aumentaba considerablemente el contenido de nitrógeno amoniacal en el efluente y dificultaba el tratamiento bioquímico de las aguas residuales. Con base en el mismo principio, se debe utilizar menos dicromato de potasio como oxidante y menos compuestos nitro e hidrocarburos clorados como disolventes. Al seleccionar un disolvente, además de cumplir con los requisitos del proceso de producción, también se debe considerar su biodegradabilidad y toxicidad.
(3) Seleccionar un nuevo proceso de postratamiento para reducir o eliminar la contaminación en el proceso de producción. Este método es muy útil para los técnicos de la industria química. Por ejemplo, en la síntesis orgánica, se suele utilizar la dilución con agua de los reactivos (separación acuosa) para precipitar los productos de reacción del disolvente orgánico. El licor madre resultante de la separación acuosa contiene una gran cantidad de agua, y el disolvente orgánico (como metanol, etanol y otros disolventes hidrosolubles) que contiene es difícil de recuperar, lo que provoca su contaminación en las aguas residuales. Si se recupera la mayor parte del disolvente mediante destilación antes de la dilución y posteriormente se diluye con agua, el contenido de materia orgánica en las aguas residuales puede reducirse significativamente. Para garantizar la calidad de los productos resultantes, a menudo es necesario lavar los productos de reacción o los intermedios para eliminar las impurezas presentes. La eficacia del lavado influye considerablemente en el grado de contaminación de las aguas residuales. Sin embargo, si se adopta una nueva tecnología de postratamiento, las aguas residuales de lavado pueden eliminarse por completo durante el proceso, logrando así un vertido cero. Un contenido excesivo de sal en las aguas residuales inhibe el crecimiento y la reproducción de microorganismos y afecta la eficacia del tratamiento bioquímico. También podemos adoptar un nuevo proceso de postratamiento para solucionar esta dificultad en el tratamiento de aguas residuales. Por ejemplo, en una fábrica se hace reaccionar p-nitroclorobenceno con hidróxido de sodio en metanol para obtener p-nitroanisol. El proceso de postratamiento original consiste en lavar con agua para eliminar el cloruro de sodio (NaCl) de los reactivos. Este proceso genera un gran volumen de aguas residuales con un alto contenido de sal, lo que dificulta el tratamiento bioquímico posterior. Posteriormente, la planta mejoró el proceso de postratamiento, filtrando primero el NaCl de la fase orgánica, lavando después con agua y precipitando el p-nitroanisol. El proceso mejorado no solo redujo la cantidad de aguas residuales en un 50%, sino que también recuperó el 97,4% de la sal en las aguas residuales, redujo la carga orgánica de las aguas residuales en un 58,7% y mejoró enormemente la biodegradabilidad de las aguas residuales.
(4) Fortalecimiento de la recuperación de solventes. En la mayoría de las plantas de producción de materias primas químicas, la proporción de solventes utilizados en las materias primas y auxiliares es bastante alta. Se puede afirmar que la carga orgánica en muchas aguas residuales de producción proviene principalmente de los solventes. Por lo tanto, prestar atención y realizar una buena recuperación de solventes no solo es una medida importante para prevenir y reducir la contaminación, sino también una forma importante de reducir costos, aumentar la eficiencia y mejorar las ganancias, con beneficios tanto ambientales como económicos. Por ejemplo, una fábrica farmacéutica en Shanghái que produce hormonas tiene una emisión diaria total de carga orgánica (DQO) de 8 toneladas, lo que la convierte en una de las principales fuentes de contaminación en la región. La gestión ambiental de la planta comenzó con la recuperación de solventes. El agua residual madre que contenía el mismo solvente se recolectó y recicló. Como resultado, la descarga diaria total de carga orgánica en las aguas residuales se redujo de 8 toneladas a 3 toneladas. Los ingresos por la recuperación de solventes superaron los costos operativos de la planta de tratamiento de aguas residuales.